Enfermedades autoinmunes y su relación con las emociones
En esta nota hablaremos de las enfermedades autoinmunes y el factor emocional que hay detrás de estas. A fin de comprender por qué aprender a manejar nuestras emociones adecuadamente, puede ser fundamental para mejorar nuestra salud y calidad de vida.
El sistema inmune es el que se encarga de proteger nuestro organismo de virus, bacterias y enfermedades. No obstante, a veces ataca a los antígenos propios como si se tratara de invasores, dando lugar a las enfermedades autoinmunes.
Estudios científicos han demostrado que existe una relación entre el cuerpo y las emociones. Específicamente se ha observado que las emociones desagradables como el miedo, la ira y la tristeza, crean el terreno propicio para la somatización y debilitan el sistema inmune.
Por lo tanto, indirectamente nos hacen más vulnerables a sufrir de enfermedades cardiovasculares, y también se ven afectados los sistemas endocrino, respiratorio y gastrointestinal.
Por otro lado, el estrés crónico y prolongado también provoca el desgaste o agotamiento del sistema inmune, promoviendo un ambiente pro-inflamatorio que conlleva a la aparición de varias enfermedades crónicas que son muy comunes actualmente.
Aunque la ciencia desconoce la causa precisa de las enfermedades autoinmunes, sí ha comprobado que la mente y la experiencia subjetiva, juegan un papel importante en estas patologías. Es por ello que muchos profesionales las abordan como psicosomáticas.
Muchos consideran que se originan debido a la incapacidad de expresar las emociones o como una respuesta defensiva. Otros creen que su causa primaria es la depresión o los conflictos emocionales no resueltos.
En efecto, varios estudios sugieren que las personas que padecen a enfermedades autoinmunes tienen una tendencia a la depresión, o en muchos casos, se trata de personas a las que les cuesta reconocer sus propias emociones.
Cómo pueden nuestras emociones ayudar a tratar las enfermedades autoinmunes
Las personas que padecen enfermedades autoinmunes pueden mejorar su salud si comprenden que su tratamiento debe ser integral. Pues si bien todas las enfermedades tienen un componente emocional, en el caso de estas afecciones, este factor es decisivo.
Además del tratamiento médico convencional, las personas con enfermedades autoinmunes deben también acudir a un profesional de la salud mental o especialista que les ayude a gestionar apropiadamente sus emociones.
Regular las emociones mientras se sienten, sin reprimirlas o negarlas es fundamental. Puedes hacerlo de la manera en que te sientas más a gusto, escribiendo, dibujando, hablando con una persona de confianza o con un psicólogo.
Los ejercicios de respiración y las técnicas de relajación y/o meditación, también pueden ser muy útiles para ayudarte a regular tus emociones. Así como el ejercicio físico regular y el descanso adecuado.
Un alto porcentaje del sistema inmune depende de las bacterias que habitan en el intestino, la cual es muy sensible al estrés, la ansiedad y la tristeza. Además la mayor parte de las serotonina que segregamos también se origina en el intestino.
De allí que para cuidar el sistema inmune y el estado emocional también es importante cuidar la alimentación. Procurando ingerir alimentos sanos como frutas, verduras, legumbres, y evitar el exceso de grasas, azúcares y comidas procesadas.