frustración

Frustración origen y consecuencias

Frustración

Índice

La frustración es el término empleado para describir el sentimiento generado en un individuo frente a un deseo o expectativa no cumplida.

Este tipo de situaciones suelen generar emociones fuertes y desagradables como la ira o la ansiedad. Por lo tanto, la frustración no es más que una respuesta emocional cuyo origen es un conflicto psicológico provocado por un evento mal gestionado.

La frustración en sí misma es una respuesta primitiva o instintiva. Lo que significa que se trata de una respuesta totalmente normal y natural. La cual tiene lugar cuando se nos presenta alguna circunstancia que nos impide lograr un objetivo.

La intensidad de la frustración está vinculada con nuestra capacidad para gestionar adecuadamente nuestras expectativas. Es decir, el origen de la frustración se vincula más con nuestra vivencia emocional que con la situación externa de la que deriva.

Es así que, en situaciones similares, personas diferentes son capaces de sentir mayor o menor grado de situación. Dependiendo de su capacidad para aceptar el evento que se opone a sus deseos, tanto a nivel externo como interno.

Existen diferentes tipos de frustración. La frustración por aproximación, se refiere a las situaciones en las que se enfrenta la indecisión frente a dos eventos, cada uno con posibles resultados tanto positivos como negativos.

Por otro lado, la frustración por evitación, se produce cuando la persona intenta huir de los aspectos negativos de determinada circunstancia.

La frustración por compatibilidad en cambio, se vincula con la posibilidad de alcanzar objetivos incompatibles entre sí. Mientras que la frustración muro es la que experimentamos cuando algo nos impide avanzar.

La intensidad de la frustración está vinculada con nuestra capacidad para gestionar adecuadamente nuestras expectativas. | Foto ilustrativa via Pixabay

Consecuencias de una frustración mal gestionada

Algunas personas reaccionan de una forma exagerada a la frustración. Puesto que no son capaces de manejarla o gestionarla de forma apropiada. Por lo que se dice que tienen una baja tolerancia a la frustración.

Algo muy frecuente en la sociedad occidental actual, que se caracteriza por un gran sentido de urgencia y escasa capacidad de espera.

Se trata de personas predominantemente rígidas o inflexibles, a las que les resulta muy difícil adaptarse a los cambios no programados o imprevistos. Además de que suelen tener una percepción distorsionada de la realidad.

Lo que les conduce a percibir como insoportables, emociones desagradables como el enojo y la tristeza. A la vez que generan expectativas sumamente exigentes o extremadamente difíciles de cumplir.

Por lo tanto, pueden desarrollar altos niveles de ansiedad e impaciencia, además de manifestar conductas repetitivas nerviosas.  

También se dice que existe una vinculación entre la frustración y la agresión, como lo han demostrado diferentes estudios al respecto.

Algunas de las características que se ponen de manifiesto entre las personas que hacen mal manejo de la frustración son:

  • Dificultades para controlar y manejar apropiadamente sus emociones.
  • Tienden a ser muy impulsivas, así como impaciente y altamente exigentes.
  • Pretenden la satisfacción inmediata de las necesidades, reaccionando de manera explosiva o con tristeza extrema cuando se enfrenta a la postergación de sus deseos.
  • Pueden desarrollar cuadros de ansiedad o depresión con relativa facilidad cuando se le presentan conflictos o dificultades.

Tal vez te interese leer: Tipos de trastornos emocionales

  • Pueden ser ególatras, por lo que consideran injusto cuando no reciben todo lo que demandan o que creen que merecen.
  • Tienen tendencia a pensar de manera radical, con poca adaptabilidad y flexibilidad.
  • Pueden desmotivarse fácilmente o recurrir al chantaje emocional o la manipulación para conseguir sus objetivos de forma más inmediata.

Causas comunes de frustración y consejos para sobrellevarla

Sentir que has fallado

Esforzarnos por llegar a la meta, sin preocuparnos por disfrutar del recorrido, puede derivar en frustración cuando los logros se postergan. O si al llegar a la cima no es como la habíamos imaginado. Es por ello que no debemos olvidar que se debe vivir intensamente cada día.

Compararte con los demás

Cada persona es única, con aptitudes y capacidades diferentes. Todos tenemos nuestro propio ritmo, y no hay motivos para pensar que somos mejores o peores porque no vivimos de la misma manera que otros lo hacen. Nunca pierdas tu identidad, solo intenta ser tu mejor versión.

Cuando sacrificas lo que amas

Muchas veces convertimos nuestros objetivos económicos en la única prioridad, dejando a un lado todo aquello que realmente nos apasiona y nos satisface. Recordemos darle el justo valor a cada aspecto, sin perder el norte.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.