Acné

El acné es una afección de la piel caracterizada por la inflamación de las glándulas sebáceas. Lo que da lugar a la aparición de granos, espinillas y/o pústulas, generalmente en la cara y espalda. Los que suelen aparecer en la pubertad y en algunos casos se prolonga en la vida adulta.

El origen emocional del acné está vinculado con la falta de autoestima, que se manifiesta en el deseo de no acercarse o alejar a los demás.

Significado emocional según la zona del cuerpo

El acné en el rostro, se relaciona con la individualidad, y nuestra capacidad de estar en armonía con lo que somos y lo que proyectamos. Puede producirse cuando nos sentimos en conflicto con nuestra realidad, poniendo de manifiesto nuestra insatisfacción con nosotros mismos.

El acné en la espalda tiene que ver con nuestras angustias o miedos del pasado, y refleja un auto rechazo o el rechazo hacia otras personas. Sobre las cuales sentimos que no recibimos el apoyo o respecto que deberíamos.

Si el acné se ubica en la parte superior de la espalda, representa ira reprimida que se desea aliviar. Mientras que el acné en el pecho, refleja la búsqueda del espacio vital propio y del respeto de los demás.

Tal vez te interese leer: Alergias

Cuando la persona que sufre de acné atraviesa la adolescencia, conviene revisar la percepción mental que tiene de sí  mismo, y determinar las causas que le impiden expresar libremente su individualidad.

Si el problema persiste después de esa etapa, es aconsejable revisar lo que ocurrió durante ese período. Es posible que continúe viviendo las mismas aflicciones que todavía no ha logrado superar.

Recordar qué situación o circunstancia puedo haber desencadenado el acné, puede ser fundamental para lograr sanar las heridas emocionales que provocan la enfermedad.

Además, trabajar en la propia aceptación y autoestima, reconociendo la belleza y valía personal, serán pasos de suma importancia que junto con el tratamiento convencional, contribuirán a una más rápida recuperación.