Es sabido que la medicina tradicional china, relaciona cada una de las emociones con un órgano o función del cuerpo. Es por ello que las emociones, o más específicamente las actitudes frente a estas, pueden provocar manifestaciones físicas a través de diversas enfermedades.
El malestar físico, se convierte pues en una señal de alarma que nos avisa de un desequilibrio emocional. En algunos casos, fungen como una especie de escape con el que inconscientemente, intentamos evadir una situación desagradable que no podemos manejar.
Siendo así, cuando experimentamos emociones negativas o desagradables de forma intensa y prolongada, nuestros órganos pueden verse afectados, haciéndose más vulnerables a la enfermedad. De igual manera puede ocurrir en el sentido inverso.
Pues cuando nuestros órganos no funcionan como deberían, causan una alteración o falla que afecta el organismo y a las emociones. Esto explica por qué muchas personas pueden llegar a sentirse tristes o deprimidos a causa de una recurrente dolencia física.
Evidentemente, cada persona es diferente y reacciona de maneras distintas incluso frente a estímulos similares. De tal manera que el hecho de que una persona se encuentre abrumada o agobiada por una cierta emoción negativa, no necesariamente implica que va a desarrollar una enfermedad en el órgano relacionado.
En primer lugar, porque intervienen muchos factores, como el estilo de vida de la persona, su historia genética o factores hereditarios, la actitud con la que asume sus conflictos emocionales y muchos otros más.
Pero además porque la relación entre el cuerpo físico y las emociones es muy compleja y tal parece que muy particular en cada individuo. Además, funciona en ambos sentidos, así que en principio, no es posible identificar en cada caso, si la enfermedad es la detonante de la emoción negativa o viceversa.
Pero a pesar de esto, conocer a nivel general la conexión entre las emociones y el órgano asociado, puede brindarnos un mejor entendimiento de la enfermedad, así como ayudarnos a abordar el problema de una forma más completa y efectiva.
Algunos órganos y las emociones que los afectan
Índice
Hígado y vesícula
Las emociones relacionadas con enfermedades del hígado y la vesícula, son la rabia y la ira. Cuando se tiene problemas en estos órganos es común sentir preocupación excesiva, agresividad y frustración, así como la sensación de estar sobrecargado por las circunstancias.
Corazón
El corazón es el órgano que se vincula con la alegría. Sin embargo, la euforia mal canalizada puede llegar a generar síntomas como insomnio, taquicardia y nerviosismo. El corazón también puede verse afectado por sentimientos de pérdida, rechazo o desamor.
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Riñones
Los riñones se relacionan emocionalmente con el miedo, la decepción y la vergüenza. Como estos órganos se encargan de almacenar los miedos o temores que derivan de nuestros traumas más profundos, si se ven afectados podemos experimentar falta de motivación o entusiasmo.
Pulmones
La gente que sufre problemas de salud vinculados con los pulmones, podrían estar poniendo de manifiesto, la frustración que sienten al no poder expresarse de manera libre, es decir, que de alguna manera una situación o aspecto de la vida les sofoca o asfixia.
Estómago
Cuando no podemos digerir o asimilar ciertas circunstancias o experiencias, es posible llegar a manifestar molestias estomacales. La incertidumbre prolongada, el pesimismo y el temor a no poder asimilar la realidad, son detonantes de las afecciones relacionadas con este órgano.